A los gatos les gusta que los mimen. Si quieres ofrecer un momento agradable a tu mascota, el peluquero podrá aportar belleza y bienestar combinados. Te damos todos los elementos para elegir el peluquero al que aceptarás confiarle a tu gato.
La peluquería no es para todos los gatos
Tu gato debe acostumbrarse imperativamente desde una edad temprana a ser cepillado por un profesional, llevándolo allí cada 3 meses como mínimo. Un gatito expuesto al agua de forma temprana, de forma suave y gradual, se acostumbrará al baño y será más proclive a que le guste el agua y a disfrutar la hora del baño. Los estímulos verbales, las caricias y las recompensas ayudarán al gato joven a aceptar mejor esta nueva actividad.
Lo ideal es que el peluquero intervenga en casa: esto limita las manipulaciones relacionadas con los viajes, evita el estrés de la espera y el riesgo de interacciones a veces violentas en el salón con otros animales.
Si tu gato envejecido sufre de reumatismo, entonces mejor no lo lleves más a la peluquería porque podría sufrir y echarte la culpa.
¿Que hace el peluquero de gatos?
El peluquero no trata a los animales sino que los embellece. Si identifica una lesión o irritación en la piel, te informará y pospondrá el tratamiento si es necesario para que brindes los cuidados necesarios a tu animal.
Un peluquero rara vez se especializa en el cuidado de gatos y, por lo general, puede brindar atención estética tanto a perros como a gatos. Pero puede que haya hecho de los gatos su especialidad.
Este trabajo no es muy remunerado dado el tiempo que se requiere para acicalar a un animal, el peluquero generalmente es una persona apasionada por lo que hace. Es capaz de ganarse la confianza de los animales y sabe cómo inmovilizarlos o manejarlos sin lastimarlos.
El peluquero elige los productos adaptados a cada animal, según su sensibilidad: champús, productos antiparasitarios, productos antipulgas, etc.
Suele ejercer su profesión en un salón. Cada vez son más los peluqueros que ofrecen sus servicios en un camión que les permite acercarse a tu casa. El peluquero también puede acudir a tu domicilio.
Formación del peluquero felino
Aunque no existe un marco de referencia que diga los parámetros para estudiar peluquería para gatos, los establecimientos aportan todos los conocimientos y saber hacer necesarios: técnicas de acicalamiento, salud y seguridad, comportamiento y psicología animal, morfología canina y felina, conocimiento del equipamiento y materiales necesarios para el ejercicio de la profesión.
Por último, tenga en cuenta que, aunque exista este título, de ninguna manera se requiere para ejercer la profesión.
Elegir el salón de belleza adecuado
Para este tipo de intervención, el boca a boca suele ser una buena fuente de información: familiares, amigos o vecinos podrán contarte su propia experiencia.
Una visita al salón es fundamental para que puedas confiar en tu animal con total tranquilidad. Observará la limpieza de las instalaciones y las condiciones de recepción de los animales que esperan, anotará sus sentimientos durante este primer contacto y preguntará si el peluquero lleva un registro de cada animal. También preste atención a los protocolos de higiene implementados para evitar la propagación de enfermedades y parásitos de un animal a otro a través del equipo.
Para destacar y responder a solicitudes cada vez más específicas de los dueños de mascotas, algunos salones ofrecen servicios especiales: spa, aromaterapia, masajes, uso de productos orgánicos. Obviamente, el precio aumenta en consecuencia.
Entre todos estos criterios, sin duda hay uno que debe preferirse a los demás: el comportamiento de su animal en el primer contacto con el peluquero.
El costo de un peluquero para gatos
Acicalar a un animal es un acto costoso y puede representar un verdadero lujo , según el nivel de servicio elegido.
Después de un cuidadoso examen del pelaje del animal, el peluquero comienza por cepillarlo para desenredar los nudos. El desenredado oscila entre 25 y 30 euros la hora.
Luego puede lavar al animal, enjuagarlo, secarlo y cepillarlo nuevamente. Bañar a un gato oscila entre los 25 euros y los 40 euros, dependiendo de la naturaleza del pelo del gato.
Corta los pelos, usando una maquinilla o unas tijeras. Si se trata de preparar al animal para una competición, consultará las normas vigentes. La esquila cuesta unos treinta euros.
El peluquero también puede limpiar el interior de las orejas y recortar las uñas. El corte de garras cuesta alrededor de 5 euros.
Por lo tanto, una entrevista completa puede representar casi 85 euros, y esto como mínimo una vez por trimestre. Sin embargo, el baño no es obligatorio y algunos salones ofrecen a los dueños de mascotas con un presupuesto ajustado un servicio mínimo : limpieza de oídos y ojos, corte de uñas y desenredado del cabello.